La inflación del pelagatos (de clase media argentina)

Este post va dedicado para todos esos jóvenes de clase media argentina que aún viven con sus padres y sólo gastan en salidas (a boliches, pubs, cine, teatro, etc.), humildes almuerzos laborales, ocasionales cenas afuera ya no tan humildes (con pareja o amigos), electrónica (audio, video, computación), salud & belleza (para ellas… las “pelagatas”), comunicaciones (generalmente sólo celular), transporte (subtes, bondis, trenes y ocasionales tachos), y otros gastos más personales (algunos en regalos para sus parejas, otros en gimnasio o club, cursos de salsa, psicólogo, conferencias, indumentaria y calzado, libros, revistas y/o diarios, entre infinidad de opciones en las cuales podés despilfarrar tu humilde ingreso).
Resumiendo… este post va dedicado a todos aquellos que viven en la clase media o media alta gracias al ingreso de sus padres. Si fuese por ustedes, pelagatos, tendrían que usar su ingreso para pagar gastos de vivienda (alquiler, cuota de préstamo hipotecario, expensas, luz, gas, agua y ABL), equipamiento del hogar (muebles, electrodomésticos, productos de baño y farmacia, etc), alimentos/bebidas (súper) y comunicaciones (telefonía fija e Internet); por lo que les quedaría poco y nada para gastar en esos gastos que mencioné al principio. Es decir, sin sus viejos, caerían indiscutiblemente en la escala social argentina a la clase media baja o baja.

Para vos… joven pelagatos argentino de clase media… ¿cuál es TU inflación? ¿cuánto aumentan de precio los bienes y servicios que VOS consumís?

Ante el aumento constante de los precios de mi parrillita amiga (cercana al laburo, en el barrio de Flores), se me ocurrió (hace bastante) archivar de vez en cuando la lista de precios como para poder sacar algunas humildes conclusiones en base a datos concretos y reales. He aquí los datos:


Como verán, en dos años y un cuatrimestre (28 meses), en mi parrilla amiga, en promedio, se duplicaron los precios. Si tomamos el período desde Enero 2008 a Enero 2010, sacaremos un promedio de inflación anual de 30% en este comercio en particular (no digo que sea representativo de toda la economía argentina los datos de un solo comercio pero para un análisis superficial sí nos sirve).

Por otro lado, si se pierde en la inmensidad de sus recuerdos apuesto que recordarán las buenas épocas (no tan lejanas en el tiempo) en que cualquier boliche decente estaba 15/20 mangos. Hoy no bajan de los $50. Probablemente, este rubro también confirma el pronóstico de 100% de inflación en dos años y medio.

En cuanto al cine, recuerdo con añoranza los tiempos post-crisis (2002 y 2003) cuando decenas de cines bajaban sus precios. $4,50 estaba la entrada a varios cines de Lavalle (todos los días); y no mucho más los complejos como Cinemark, Hoyts o el Village. Es más, antes de la devaluación y en pleno quilombo nacional, había salido una campaña que se llamaba “Vamos al cine por dos pesos” (dos pesos!!!). Pero no nos remontemos tanto en el tiempo. Me acuerdo que en el 2008 la entrada a los cines en los complejos ya estaba a $17 y me parecía que no podía ser que estuviese tan cara. “¡Ya había tocado su techo por un buen rato!” era lo que pensaba. ¡Una mierda! ¿Qué techo ni techo? Veinticinco mangazos está ahora la entrada al cine en la mayoría de los complejos, y encima, con lo del 3D, ya no podés ir a ver las películas buenas en dos dimensiones! (=P), por lo que terminas desembolsando $30 por entrada (ni hablar del total que podés gastar en una salida al cine).

Siguiendo con nuestro análisis superficial, dejo un dato personal. Encarando el análisis por el lado de la electrónica y la computación, hace un año me compré un monitor LCD de 23’’ por el que pagué masomenos $1000 (con esas promos de los bancos y las casas de electrónica). El mismo monitor, hoy en día, impuestazo tecnológico mediante, está $1600 en el local más barato. Ni siquiera el “envejecimiento” de la tecnología pudo estancar el precio. Ni que hablar televisores LCD o plasmas que con el Mundial en puerta subieron los precios aún más.

Indumentaria y calzado… El otro día encontré una factura del 2007 que me había quedado varada entre unos papeles y era por una chomba de una marca de segunda línea por $70. El mes pasado pasé por el mismo local y una chomba de las mismas características estaba $130. Nuevamente casi 90% de aumento en poco más de un par de años.

Conclusión: Al empleado pelagatos lo caga un elefante asiático de la Indochina desde arriba del rascacielos más alto de Dubai. 30% de inflación anual. 100% de inflación en dos años y medio. Por lo tanto, si en Junio del 2007 estabas ganando $2000 (aprox. $2600 brutos) para MANTENER tu nivel de gastos (y ahorro), actualmente tendrías que estar ganando $4000 netos (masomenos $5200 brutos). ¿Ya le pediste al Sindicato de Empleados de Comercio que negocie tu aumento?

Al margen: Este análisis es superficial y toca temas “triviales” (como ir a bailar o al cine); pero este aumento generalizado de precios muestra justamente la anti-distribución de la riqueza que se está produciendo en la Argentina. Ya que… ¿quién es al que menos le pega la inflación? Al empresario, al inversor, al cerdo capitalista que, tarde o temprano (pero siempre más temprano que sus empleados) ajustará sus precios para paliar los efectos del aumento de sus costos en su economía personal.

Nuevamente… analizando el mundo como es y tratándonos de ubicar en el mismo… ¿cuál es la decisión más racional? ¿empleado o empleador?