Antes de la fiebre mundialista, frente a la aparición de ofertas de todo tipo en el rubro de electrodomésticos, analicé precios de LCD’s y me llamó la atención que había financiación a un baratísimo 11,50% anual (que se vendía como “sin interés”). En su momento, un avispado visitante se dio cuenta de que en ese porcentaje no había tenido en cuenta gastos administrativos o de renovación. ¡E influyen descontroladamente!
Pasado el glorioso Mundial Sudáfrica 2010 y una vez procesada la tristeza futbolística argenta, he vuelto a la carga con este tema… ¿Cuánto gastamos en gastos bancarios absolutamente innecesarios? ¿Por qué en vez de ir al cine, comer afuera o hacer un curso le pagamos al banco por servicios inútiles? ¿Cómo podemos elegir mejor?
Para tratar de saborear los diferentes gustos de la industria del crédito, me veo obligado a resucitar un glorioso post que despertó cierta polémica en su momento: “Me explotó el boludómetro! Tarjetas de crédito cancheras?”. Como dije en su momento, las tarjetas de crédito y débito se están vendiendo más por atributos blandos (tamaño del plástico, colores del mismo, si tiene o no puntas redondeadas, etc.) que por atributos duros (tasa de financiación, gastos administrativos, gastos de renovación, etc.). Sincerémonos… ¡nuestra boludez no tiene límites!
Como verán aquí debajo, últimamente han salido tarjetas con obras de arte o imágenes de series televisivas así como algunos productos más innovadores (y útiles) que incluyen en un chip información médica del usuario.
Mientras tanto, las tasas de interés, el seguro de vida, los gastos administrativos y los gastos de renovación anual no paran de subir. Como para tener una idea comparativa y poder elegir mejor les "presto" algunos datos de la revista Fortuna Nº344 (de Diciembre de 2009):
Yo personalmente no uso tarjeta de crédito y uso tarjeta de débito del Banco Privado que, por ahora, tiene absolutamente CERO de gastos administrativos, seguros y renovación, no te cobran comisiones por extracciones, depósitos o transferencias. No te cobran nunca. Como deberían hacer todos los bancos, ganan dinero usando el dinero que uno pone en su cuenta. ¡No nos dejemos afanar! El negocio bancario (tomar guita prestada a una tasa más baja de la que se re-presta) ya es lo suficientemente bueno como para que les regalemos a los bancos 50/100 manguitos mensuales en concepto de “gastos y comisiones”. Yo, por lo menos, prefiero gastarlos en algo más disfrutable.
PD: Soy ultracapitalista. Amo la competencia en pos de la mejoría de la sociedad toda. Me encanta la comercialización. Sólo me parece que todos, como consumidores, en el rubro del crédito, deberíamos exigir que la competencia pase por una pelea en tasas de financiación más que en puntas redondeadas.
2 comentarios:
Les dejo un artículo de Infobae un toque más actualizado a la info de la revista Fortuna que compartí en el post.
"Las tarjetas de crédito cobran tasas de interés de hasta el 85% anual"
Consultar aquí: http://bit.ly/9xfMNK
Excelente post. Este tema me inquieta mucho a mi tambien, sobre todo cuando escucho a la gente hablar...
Publicar un comentario