Algo muy loco en el análisis del fenómeno de la delincuencia es el pasar por arriba el impacto fenomenal del “pequeño ladri”. La deshonestidad comunacha que cualquiera de nosotros cometería sin cerrar los ojos (como llevarse “prestado” un cuaderno de la oficina o darle una propina al que instala el cable para tener la versión HD) genera bestial cantidad de repugnante actividad económica, mucho mayor que la de los ladrones de oficio.
Para ilustrar este increíble punto, chequiá este sorprendente TOP 5 de pérdidas en los EEUU:
1. 600.000 millones de dólares: Robos y fraudes cometidos por empleados en el lugar de trabajo (en EEUU) durante un año promedio.
2. 350.000 millones de dólares: Pérdida que calcula el Departamento de Hacienda de los EEUU por la diferencia entre lo que ellos calculan que la gente debería pagar de impuestos y lo que realmente se paga.
3. 24.000 millones de dólares: Pérdidas inexistentes que declaran los estadounidenses en sus declaraciones ante compañías de seguros en un año promedio.
4. 16.000 millones de dólares: Pérdida ocasionada a la industria de la indumentaria en EEUU a lo largo de un año promedio por clientes que compran ropa, la usan sin quitarle la etiqueta y luego la devuelven.
5. 16.000 millones de dólares: Coste conjunto de los atracos, allanamientos, hurtos y robos de vehículos en 2004 en EEUU.
Cuando se les da la oportunidad, muchas personas “honestas”, roban (en pequeña escala) o hacen trampas para sacar ventajas.
2 comentarios:
Las cerraduras estan hechas para que los honestos lo sigan siendo..
Peron decía, el hombre es bueno, pero si se lo vigila es mejor
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