Si querés saber cuánto gana un gerente en Argentina (o cualquier otro puesto) tenés que pegarle un vistazo a este post. Lo que planteo hoy es una copada ensalada de frutas sobre cuánto TENDRÍA que estar ganando uno.
Imaginemos una gran empresa de servicios (casi sin inversión en activos físicos) que factura USD
10 mil millones, tiene 30.000 empleados, gasta USD 700 millones al año en
sueldos y gana USD 2 mil millones netos.
Cada empleado “factura” para la empresa, en
promedio, USD 334.000 anuales (USD 27.800 al mes), genera utilidades por aprox.
USD 67.000 (un poco más de USD 5.500 al mes) y se lleva para sí USD 1.000
mensuales de sueldo en mano (porque la mitad del costo salarial no le llega al
empleado).
Si todos los empleados fuesen socios de la
organización y trabajasen gratis (sin sueldo), cada empleado se llevaría, en
promedio, USD 7.500 al mes. Socialismo puro. Imposible. Nadie laburaría. La
empresa pasaría de ganar USD 2 mil millones a perder 10 en dos años. No
levantaría cabeza nunca jamás. Hay miles de ejemplos públicos. En (casi) todos los países. Se fundiría; y eso generaría una sociedad más
pobre para todos… ¡pero sigamos con el ejercicio! :D
Este ejercicio hipotético nos lleva a una
primera conclusión: Si todos pudiesen hacer el mismo trabajo para sí (¡imposible
en la práctica!), ganarían 7,5 veces más que como empleados en relación de
dependencia.
La segunda conclusión es: ¡El PROMEDIO es 7,5!
Las grandes corporaciones son “máquinas de promediar”: agarran el talento y los
resultados de todos los empleados y los “hacen promedio” mediante sueldos
escalonados (que no reflejan directamente cuan bueno o malo es el empleado; o
cuan bien o mal hizo su tarea ese mes/año)… Por lo tanto, si sos mejor que el
promedio, el 7,5 veces se transforma en 15 veces por debajo de las patas… ¡15
veces! Desde mil dólares hasta quince mil dólares mensuales. Guaso.
El problema de este mágico planteo es que es
imposible que un empleado agregue el mismo valor sin la estructura de la
organización. La joda está en que, para lograrlo, tiene que darle una vuelta de
tuerca a lo que puede aportar a la sociedad para no depender de una gran “maquinaria”
que lo utilice como un engranaje más. Es decir, si el empleado se cree mejor
que el promedio (y tiene ciertas “pruebas” que sostienen que la hipótesis es
cierta), ¡tiene que emprender!