Uno de los grosos (bien) idolatrados en
EmprendING, Paul Graham, publicó un nuevo paper sobre el futuro de la inversión ángel.
Primer dato de color: “Y Combinator” (su
aceleradora) fondeó 564 emprendimientos. De esos 564, 287 ya son “valuables”
(dado que levantaron otra ronda de capital, fueron compradas o se fundieron) y
ese valor es de USD 11.700 millones. De esos 287, las 10 más importantes valen
USD 8.600 millones (el 3,5% de las compañías representa el 74% del valor). En
consecuencia, el promedio de USD 41 millones por emprendimiento no dice nada.
Paul Graham arranca su paper afirmando que los inversores ángeles harán más dinero en
el futuro, porque las fuerzas que incrementarán los retornos serán mayores que
las que los disminuirán.
Hoy en día se dan dos fenómenos a la vez:
Es más barata empezar un emprendimiento tecnológico y es más “normal” hacerlo.
1.- Como cambio social (post-universidad ya
está en la mente de muchos la posibilidad de emprender; uniéndosele a las
viejas “buscar un trabajo” o “hacer un posgrado/doctorado”), esto recién
empieza. Ya empezó la tendencia de reemplazar corporaciones ultra-jerarquizadas
por redes de compañías pequeñas.
2.- Dado cada vez es más barato fundar
compañías tecnológicas, los emprendedores necesitarán cada vez menos a los
inversores logrando quedarse con una porción de la torta cada vez mayor
(ganando más control sobre su emprendimiento).
…por lo tanto… crecerá la cantidad de
inversiones deseables (más startups) pero disminuirá la cantidad que los
inversores podrán tener de cada startup individual.
Hay una regla en el mundo del “Venture
Capital” (fondos de capital de riesgo) que dice que, por año, solo 15 compañías
la pegan (a lo grande). Según Paul, esto se debe a la limitación en cantidad de
emprendedores lo suficientemente buenos empezando compañías… pero, dado muchos
emprendimientos empezaron “de pedo” (en un acto de azar sorprendente), no es
extraño pensar que, si aumentan los startups, un montón de gente que sería
excelente emprendedora efectivamente lo será. Desde 15, estima que se puede
llegar a 50 o 100 por año (¡muchísimo más aún si se aprueba la “Founder Visa”!).
A pesar de lo anterior, aclara que no habrá una relación lineal entre emprendimientos y emprendimientos exitosos. Hasta
ahora (y más aún en los 80/90’), el riesgo que encarnaba el empezar un startup
era de por sí un muy buen filtro. De ahora en adelante la tendencia será que
fracasar tendrá un costo de oportunidad cada vez menor, por lo que habrá más
intentándolo. Asimismo, tampoco crecerán en forma lineal porque las buenas
ideas de negocio sí son limitadas. Si se multiplican por 20 la cantidad de
emprendimientos, es evidente que habrá mucha más gente encarando ideas iguales
(por lo tanto, fracasarán en mayor porcentaje).
Paul también habla de que se incrementará
la variabilidad en el desempeño de las firmas de VC. Dado habrá más startups y
más startups exitosas; los fondos de capital de riesgo que sepan reconocer y
atraer a “los buenos” lograrán un rendimiento aún mejor que ahora mientras que
a los que no les irá peor (porque pagarán un precio más alto por comprar equity
en “las no tan buenas”).
El mundo de la inversión ángel cambiará de forma: de un actual obelisco a una futura pirámide (muchos más peleándose en la base, pero también algunos más en la cima). Esto generará el mayor riesgo y la mayor oportunidad para VCs/ángeles. Actualmente, estos inversores están poniendo más guita de la que los emprendimientos necesitan en sus inversiones Serie A dado que ellos empiezan por el porcentaje de la compañía que quieren poseer… desde ahí van a la valuación total de la compañía y de ahí al monto que invierten (que suele superar las necesidades de capital del emprendimiento). Pero esto cambiará cuando algunos VCs empiecen a comprar solo lo que los fundadores necesitan vender. Esos VCs muy probablemente despeguen del resto más que nada porque será más probable que se quedan con “los buenos”. La tendencia es clara: antes estas rondas eran por el 40% y ahora por el 20% (a duras penas).
El mundo de la inversión ángel cambiará de forma: de un actual obelisco a una futura pirámide (muchos más peleándose en la base, pero también algunos más en la cima). Esto generará el mayor riesgo y la mayor oportunidad para VCs/ángeles. Actualmente, estos inversores están poniendo más guita de la que los emprendimientos necesitan en sus inversiones Serie A dado que ellos empiezan por el porcentaje de la compañía que quieren poseer… desde ahí van a la valuación total de la compañía y de ahí al monto que invierten (que suele superar las necesidades de capital del emprendimiento). Pero esto cambiará cuando algunos VCs empiecen a comprar solo lo que los fundadores necesitan vender. Esos VCs muy probablemente despeguen del resto más que nada porque será más probable que se quedan con “los buenos”. La tendencia es clara: antes estas rondas eran por el 40% y ahora por el 20% (a duras penas).
Graham termina recomendándole a los
inversores tratar a los emprendedores como sus clientes (¡que lo son!) tomando
a sus quejas como insatisfacciones a suplir: 1.- Los inversores tardan mucho en
decidirse. 2.- Actualmente las inversiones Serie A diluyen mucho a los
fundadores.
Pueden leer el paper original en inglés aquí
o todos sus ensayos aquí.