- Prometemos ahorrar para la jubilación, pero después nos gastamos la guita en unas vacaciones copadas por España y Portugal.
- Juramos
hacer dieta, pero nos rendimos al flan con dulce de leche y crema.
- Prometemos
que controlaremos regularmente nuestro nivel de colesterol, pero al toque cancelamos nuestra próxima visita al médico.
Cada uno de los problemas que
afrontamos (gratificación inmediata vs diferida... gastar vs invertir -no solo guita-) cuenta asimismo con
potenciales mecanismos de autocontrol. Si no podemos ahorrar de nuestro
salario, podemos aprovechar la posibilidad de que la empresa nos practique
deducciones automáticas; si no tenemos suficiente voluntad para hacer
regularmente ejercicio solos, podemos buscar tiempo para hacerlo en compañía de
nuestros amigos. Son éstas herramientas que nos permiten asumir un compromiso
por adelantado, y que pueden ayudarnos a ser la clase de personas que queremos
ser.
La capacidad de simplificación
constituye uno de los rasgos distintivos del verdadero genio.