EL CERDO CAPITALISTA es el blog de un porteño llamado Santiago. De derecha en lo económico y de izquierda en lo social, aquí online desde marzo del 2008. Luchando contra la gilada y tratando de educar financieramente a las clases medias.

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Laburar-Ahorrar-Invertir: Mis primeros 10 años

Cuando postié mi fórmula para la riqueza (laburar-ahorrar-invertir), me auto-impuse el desafío (o la tarea) de trackear mi propio desempeño en base a los supuestos que había expresado allí. Hoy cumplo 28 años, y ya pasaron diez años desde que terminé el secundario. ¡Es hora de hacer cuentas!

La premisa de aquel post era ahorrar el 25% de nuestro ingreso, ganar cada año 5% más e invertir los ahorros al 10% anual neto -por encima de la inflación y de los impuestos-. Dado en Argentumland hay tanta inflación y tantos impuestos, es difícil hacer los cálculos… pero, sin embargo, he logrado hacer las cuentas.

Mi ingreso de esta primera década se ve así:



Mientras que mi ahorro (patrimonio menos deudas) se ve así:


Reseñas: 1.- Fundé una editorial. 2.- Se fundió la editorial. 3.- Empecé a laburar en relación de dependencia en un estudio contable PyME. 4.- Compré mi primera acción. 5.- Empecé a laburar en una multinacional (curiosamente y, de casualidad, en la misma empresa de la cual había comprado esa primera acción un tiempo atrás). 6.- Fundé un Rent a Car. 7.- Me puse de novio. 8.- Se fundió el Rent a Car, me fui a vivir sólo y fundé la consultora Sinergia1980 (casi todo en simultáneo). 9.- Fui, por primera vez, a EmprendING. 10.- Empecé a vivir en pareja. 11.- Dejamos de alquilar. 12.- Di una charla TED.

¡He logrado mi “objetivo de primera década”! Hasta los 32 palos no paro.

Sobre la guita y el “disfrutar de la vida”

Los mismos que te dicen que la guita no importa, son los que se sorprenden si te encuentran ahorrando el 80% de tu ingreso mensual dado, según su percepción, no estás “disfrutando de la vida” lo suficiente. ¿Posta? Somos seres incoherentes.

Me divierte mucho más crear que consumir. Me divierte más escribir que leer (por eso le regalo a la humanidad este glorioso blog… por una motivación egoísta de disfrute personal). Me gusta más crear un sitio web que usar uno ajeno (y, por eso, estando en la primaria ya hacía sitios sobre mis hobbies con FrontPage 98). Disfruto más pintando un cuadro que viéndolo o sacando fotos antes que yendo a una muestra de algún artista famoso. Nevertheless, consumir me inspira. Algunos posts de este blog nacen con una chispa que se prende al leer la opinión de otro o al visitar algún lugar copado. Me encanta ir al cine, comer en un buen lugar o caminar a lo turista por algún lado desconocido que me sorprenda. Producir sin consumir es imposible, pero vivir para consumir (sin producir) me resulta ridículamente vacío. No encuentro motivación alguna en laburar todo el año en un “dead end job” para pagarme unas vacaciones en la polinesia francesa. Ir a pulular a un lugar exótico y copado no me llama para nada. Me llama mucho más escribir un libro, pintar un cuadro o diseñar la estampa de una remera.

Noté que, por lo menos en mi vida, no hay correlación alguna entre cuán feliz me siento y cuánta guita gané o cuánta gasté ese año. Entonces… ¿para qué gastar si ese acto no me va a traer felicidad alguna?

Morirse habiendo recorrido el mundo me parece algo totalmente insignificante. Morirse habiendo creado una familia feliz, un bosque, un libro o una empresa me parece algo infinitamente más motivador.


Mi “disfrutar de la vida” no involucra quemar 50 lucas en un viaje o 20 lucas en una TV de última generación; y me siento “raro” al pensar así. No soy un hippie anti-dinero, sino todo lo contrario. Quiero facturar (y a lo guaso) para poder producir, hacer, generar. Siento que, laburando a por la supervivencia (sea esta con 5 luquitas o con 50), nunca se puede dar el salto (de dedicar el 5% de tu tiempo a algo que percibas es productivo y trascendental; a dedicar el 100% de tu tiempo a cosas productivas y trascendentales).

Al respecto, otro gran zaraza es el tema del “sacrificio”. Laburar (en algo productivo y trascendental) es para el común de los mortales la parte sacrificada de la vida, que uno ha de hacer para poder llegar a la parte “disfrutable” de la vida (que vendría a ser todo lo que a mí me parece banal y totalmente al pedo). Esto tampoco lo entiendo. Es como el tema de festejar los viernes (¿tan fatídica es tu semana que llegar al viernes es un alivio? ¡vamos, che! ¡no puede ser que lo común sea disfrutar el 29% de tu vida! -sólo los sábados y domingos-).

Obviamente, no hay actividades productivas y trascendentales per se. Todo depende del cristal con que se las mire. Lo que para algunos es un laburo trascendental para otros es un “dead end job”. Inclusive lo que para uno mismo es un laburo trascendental a los 20 se puede convertir en un “dead end job” a los 40, o viceversa. Todo es percepción: Como se dice en “Teoría de la Decisión”, el decisor nace y muere a cada instante.

Yo quiero percibir que produzco y trasciendo, ¿vos?

Nuestro glorioso mundo capitalista, en casitas

En el mundo hay hoy 100 lindas casitas metafóricas (que representan toda la riqueza generada por la humanidad hasta ahora). En tan sólo 40 años, habrá 331 casas. ¿Escuchaste campeón? Si hoy hay una torta metafórica de riqueza, en tan sólo lo que representa la vida laboral de una persona promedio, habrá casi tres tortas y media (¡3,31X!). ¿Querés saber más? En 60 años, si seguimos así y no nos infecta el virus del socialismo, habrá 604 hogares y, en tan sólo 200 años, 40.045 casas.

Ejemplo:

En un mundo metafórico (de iguales características que la Tierra), nacen diez hermanitos por concepción “divina” (únicos pobladores del planeta). Pedrito nació con suerte. Es dueño de 7 casas de las 10 que tiene el planeta. Juan I, Juan II y Juan III son de clase media alta. Son dueños de su casita y viven alegremente ejerciendo sus oficios. Marcos I, Marcos II, Marcos III y Marcos IV son de clase media. Cada uno le alquila una casita a Pedrito por un precio justo acordado. Por mala suerte, Luquitas y Arielito nacieron pobres. No tienen casa, ni pueden pagar un alquiler. Luquitas sabe que, en unos años, habrá mucho más que 10 casas en el mundo, así que labura a full para tener la suya propia. Arielito está indignado con la injusticia que lo rodea y se la pasa puteando a sus co-ciudadanos.

60 años pasaron.

Dado este mundillo crece al mismo ritmo que el planeta Tierra, ahora hay 60 casas y un rancho (media casa). La distribución de la riqueza empeoró porque Pedrito se lució y, a pesar de tener las de ganar desde el nacimiento, quiso laburar toda su vida. Ahora Pedrito tiene el 75% de la riqueza mundial (45 casas). Vive en 5 y le alquila las restantes a sus hermanos para que vacacionen. Juan I (muy trabajador) ahora tiene 4 casas. Juan II (vivo, pero medio vagoneta) ahora tiene 3 casas. Juan III (medio vago, y medio boludón) igual logró duplicar su riqueza: de una a dos casas. Marcos I, Marcos II y Marcos III compraron su casa propia, habiendo nacido en pelotas. Marcos IV sigue alquilando porque prefiere vacacionar y darse lujitos del día a día. Luquitas pasó de la pobreza absoluta a tener 3 casitas. Vive en una muy linda con su familia, tiene una para vacacionar en la costa y otra para alquilar. Arielito, a pesar de las 50 casas nuevas y el rancho que se construyeron en su vida, sigue de casa prestada a casa prestada. Sigue puteando contra la injusticia del sistema.

Los socialistas viven en alta nube de pedo. No entienden que el mundo crece (dado que ellos no suelen ser quienes empujan ese crecimiento), por lo que se preocupan todo el tiempo por “redistribuir” la riqueza.


El sistema capitalista arrancó hace muy pocos años. Heredó un mundo devastado por la marginalidad y la pobreza. El nivel de crecimiento y de generación de riqueza que se vio en los últimos 200 años no tiene parangón. Pasamos de tener a tres cuartos de la población en la esclavitud a tan sólo un cuarto pobre. Pronto, acabaremos con la pobreza y la marginalidad. Preocupémonos por producir. La redistribución tiene que venir mucho, mucho después. ¡A laburar!

PD: Los número surgen de la sencilla verdad de que todos los años hay más riqueza en el mundo (aproximadamente 3% más de riqueza por año, en promedio).

Patrimonio vs Ingresos

Wealth” es riqueza. Riqueza, contablemente, es patrimonio neto (activos menos pasivos… lo que tenés menos lo que debés).

Income” es ingreso. Ingreso es sueldo (como empleado), honorarios (como trabajador independiente/autónomo), ganancias o dividendos (como empresario), rentas (como inversor), derechos de propiedad (como creador) y/o subsidios o regalos (como parásito).

Conclusiones muy copadas se extraen de comparar “Patrimonio” (wealth) vs. “Ingreso” (Income). Googleá al respecto, o léete mis conclusiones.

Los suizos son los más ricos del mundo con un promedio, por adulto, de aprox USD 500 mil y una mediana de USD 100 mil (la mitad de los suizos tienen más, la mitad tiene menos). Los yankies están en 300/45k (promedio/mediana en miles de dólares), los ingleses en 240/110, los japoneses en 220/110, los españoles en 125/65, los chilenos en 50/11 y los polacos en 26/9. Australia es el país con la mediana más alta: ¡220k!

La riqueza promedio mundial por adulto, estuvo en 2013, aproximadamente en USD 50.000.


Por otro lado, el país que más guita gana al año es Noruega con una mediana, por familia, de USD 51.000 anuales (seguido por Suecia, Luxemburgo, Dinamarca, Finlandia, EEUU, Canadá, Australia, y Holanda). Alemania es el décimo país más “ganador” del mundo con una mediana de USD 33.000 anuales por familia. Mientras tanto, en España la mediana es de USD 22.000 y en Argentina de USD 14.000 (aprox 10 lucas mensuales pesos netos). El país más pobre, en términos de ingreso, es Liberia con una mediana de aproximadamente USD 700 anuales (¡la mitad de las familias liberianas gana menos de USD 2 diarios!).

El ingreso anual mediano (la mitad gana más, la mitad gana menos) mundial por grupo familiar, estuvo en 2013, aprox. en USD 10.000.


Conclusiones pavotas:
Uno.- En los países donde el promedio y la mediana son muy distintas, hay ricos ¡muy ricos! En EEUU, por ejemplo, hay una pequeña proporción de la gente que tiene una significativa proporción de la torta lo que hace que el promedio de riqueza nacional de USD 300 mil por adulto no represente a nadie (¡pues la mitad de los yankies tienen menos de USD 45.000!). Esto se da porque el 42% de los millonarios del mundo son estadounidenses y el 49% de ellos tienen USD 50 millones o más de patrimonio.

Dos.- España tiene un ratio riqueza/ingreso de 2,9 (mediana/mediana). Mientras tanto, los estadounidenses tienen un ratio de 1 (¡la mediana de riqueza acumulada es casi igual a la mediana del ingreso anual!); los ingleses de 3,6; los chilenos de 1,4; y los australianos de 4,7.

Tres.- Tal como no debiéramos pedirle opiniones ni pronósticos a asesores financieros (sino tan sólo ver qué tienen en sus propias carteras de inversión -“skin in the game” que le dicen-), no debiéramos escuchar ni una palabra de un socialista que posea más de USD 50.000 (pues si agarrásemos todas las riquezas de la humanidad -cosechadas exclusivamente gracias a la magia del capitalismo- y las dividiésemos por adultos, cada uno recibiría eso y ni un peso más). ¿Conocés a algún socialista que sea dueño de su propiedad en Capital Federal? Dale la espalda y hablá con alguien que tome su propia medicina. Un ejemplo vale más que mil palabras.

Cuatro.- En Australia y en Europa la gente suele ser propietaria de su vivienda (hay muchos menos locadores que en América). En EEUU gran parte de la clase media está endeudada hasta la médula (es muy fácil pedir créditos hipotecarios, sacar miles de dólares en productos con las tarjetas de crédito o endeudarse a lo pavote para estudiar una carrera universitaria carísima). Estos dos hechos (propiedades y deuda) justifican, en parte, la diferencia de las medianas entre los primeros y los últimos de la lista de países desarrollados.

Cinco.- La diferencia entre el primer mundo y el tercero sigue siendo guasa. Suiza es diez Chiles tanto en riqueza promedio como en la mediana.

Seis.- La persona más acaudalada de la historia de la humanidad fue Rockefeller. Tenía, a valores actualizados, aproximadamente 320 mil millones de dólares (aprox. el 0,1% de la riqueza mundial actual o ¡bastante más cuando estaba vivo! -dado había menos riqueza-). El romano más rico (del Imperio Romano, no de la actual roma italiana) fue Marcus Licinius Crassus. Marquitos tenía, a valores actualizados, aprox. USD 170 mil millones (aprox. el 0,07% de la riqueza mundial actual).

Siete.- Hay una fuertísima correlación entre ingreso mensual por grupo familiar y porcentaje de la población que labura. En Liberia, Madagascar o Burundi labura menos del 10%. En EEUU, Singapur o Kuwait labura aproximadamente el 50% de la población. De acá también se deducen dos cosas pavotas: 1.- Hasta en los países más serios, la mitad de la gente “mantiene” a la otra mitad (niños, viejos o desempleados). 2.- Los gobiernos no debieran tratar de reinventar la rueda. Tendrían que concentrarse pura y exclusivamente en generar un ambiente económico que fomente la creación de empleo (sólo eso). El laburo es la única receta para salir de la pobreza.


Más info: En Wikipedia (aquí y aquí), en Gallup, y en este doc del Credit Suisse.

Notables en notables, coaching entre amigos

Una vez cada dos semanas, lideramos con mi amigo Tito Mazza (blogger del glorioso "Economía de todos y para todos") una juntada entre amigos (pocos: nunca más de 4) a la cual dimos en llamar “notables en notables” (mentes “notables” en bares notables porteños).

Somos como nuestro propio “Board of Advisors". Nos ayudamos mutuamente a mantenernos enfocados. El rol de cada uno es un poco animador (onda “cheerleader”) y un poco supervisor (onda “sacate la gorra, gato”).

Es importantísimo ponerse objetivos, pero es contra-producente contarle a todo el mundo cuáles son esos objetivos. ¿Por qué? Porque andar contando por ahí tus objetivos te proporciona un puchito de la felicidad que te proporcionaría CUMPLIR ese objetivo, por lo que engañás y confundís a tu cerebro premiándolo solo por ponerse el objetivo (y no por cumplirlo).

Sobre los objetivos que nos ponemos, éstos han de ser:

  • Específicos
  • Creíbles (sólo para vos)
  • Desafiantes (no algo que logres en status quo sin hacer nada diferente)

La filosofía que rodea estos encuentros es que una meta es un sueño con un deadline (y, si el sueño es cuantificable, ¡también cuantificado!).

Este laburo medio terapéutico, medio policía tiene como objetivo último encontrar “la pasión” de cada uno (y cómo materializar una vida basada en esa pasión). Si viene un amigo que disfruta de tocar la guitarra, el desafío es ver cómo puede vivir de tocar la guitarra. Si viene un amigo que quiere emprender un startup tecnológico, el desafío es ver cómo renuncia a su laburo y se dedica a lo que quiere sin morir de hambre en el intento. Si viene un amigo que quiere recorrer el mundo de mochilero, el desafío también es ver cómo materializarlo.

De estas gloriosas juntadas, empezó a surgir una “teoría de la felicidad en el laburo” (que, en general, es lo que más horas se lleva de nuestras vidas… sin lugar a dudas de Lun a Vie). Empezando por preguntarnos QUÉ nos motiva (no necesariamente en términos de laburo), en grupos de gente diversa, empezamos a dilucidar el por qué de nuestras metas u objetivos. Si un amigo se quiere ir a vivir al exterior, ¿por qué se quiere ir del país? Si un amigo siente que toca poco la guitarra, ¿por qué quiere tocar más la guitarra? De esta ensalada, empezamos a notar drivers bastante genéricos entre personas no muy genéricas.


Los drivers, que por ahora encontramos en “Notables en Notables”, para motivar a alguien a la acción son varios, siendo cada persona una combineta de varios drivers (en un porcentaje distinto). Los drivers son:

  1. Orgullo (el carpintero que, al terminar cada una de sus obras/muebles, siente una llama interna poderosa, un enamoramiento platónico con su obra)
  2. Significado / Trascendencia (el empresario que labura a lo esclavo porque cree que está cambiando el mundo, que está haciendo algo que va a "trascender"). Contra-ejemplo: El castigo de Sísifo o el experimento de los LEGOS de Dan Ariely. Si a una tarea se le saca al 100% la percepción de "significado", se la transforma en algo imposible de disfrutar (si disfrutás jugar con LEGOS y, sin embargo, ves que estás construyendo cosas "al pedo", ¡eso te quita el disfrute!).
  3. Camaradería (el rockero medio-pelo de 40 años que no le gusta la música sino pasar todo el día tomando birra con sus amigos, el pibe de 30 que abre un hostel para estar con gente copada todo el día, el empleado público de la ANSES que disfruta su día a día laboral casi en exclusivo gracias al mate diario con sus buenos colegas)
  4. Reputación (el profesional que quiere ser visto como el que sabe de tal rubro, el gasista orgulloso de su profesión que quiere ser reconocido como el especialista más especialista, etc.)
  5. Sentido de propósito: Tiene que ver con el Logro (el montañista que escala terrible montaña sufriendo todo el camino... una experiencia 100% de mierda, pura y exclusivamente para lograr algo que a nadie le interesa más que a sí mismo: ¡lograr el objetivo de llegar a la cima!). A alguien que le motiva mucho esto, nunca empezaría algo donde sabe que no puede llegar al Logro (por ejemplo, ¡al 90% de la montaña!)…
  6. Ayudar al mundo (el que labura full time gratis para Greenpeace)
  7. Guita (un broker que cree que toda la magia de la ingeniería financiera no le agrega valor a la sociedad en nada, pero igual labura 15hs por día para hacer la mayor cantidad de guita posible)
  8. Libertad (el dueño de un garage que está gerenciado por alguien hábil que lo maneja casi solo): Hacer lo que se te canta con tu tiempo. Poder decidir sobre tu día a día (puede tener que ver con “ser dueño”).
  9. Creación (el escritor que disfruta al terminar cada página): Está científicamente comprobado que las cosas que vos hacés te gustan más que las que comprás hechas. Googleá “IKEA effect”. Tiene que ver con el driver “orgullo”.
  10. Diversión


Es difícil adaptar cada driver a uno, pero se puede. Algunas cosas son difíciles de cuantificar pero capaz se las puede pensar relativamente ("este laburo me va a dar el doble de reputación, la mitad de guita e infinitamente más camaradería que el actual").

Otra cosa a considerar es que la guita puede pisar/reemplazar a otros drivers. Si te motiva mucho el LOGRO, podés ponerte un objetivo competitivo onda "quiero ser el graduado de mi colegio secundario que más guita gane por mes" y ahí estás transformando a la guita en motivación por "sentido de propósito" (logro). Asimismo, la guita también, indirectamente, compra libertad o te puede dar el tiempo para dedicarte a crear en lo que querés crear, o a hacer camaradería en el fulbito’ de los jueves con los pibe’.

Con toda esa coctelera de drivers (que detectamos hasta ahora), lo ideal es armar la propia "ecuación" de qué querés hacer en la mayor parte de tu tiempo (laburo). Yo creo que el mío es algo como: 30% significado, 30% guita, 20% orgullo/creación, 10% libertad, 5% camaradería, 5% diversión. O sea, soy un cerdo capitalista cuya ecuación de motivación tiene 30% guita y 70% no-guita.

Aplicando esta conclusión a mis dos primeros laburos, me saldría algo así:


Me motiva la guita en igual medida que el significado... y esto porque hoy no tengo suficiente guita. Cuando llegue a tener la guita suficiente para vivir de rentas (y elegir qué hacer con mi día a día al 100%), ahí sí muy probablemente baje la variable "guita" a un tercio de lo que es hoy.

De yapa les regalo esta "investigación" relacionada (e inventada y popularizada en la internet de la primera ola) que termina de ilustrar la razón que hay detrás de "Notables en Notables": En 1953 arrancó una investigación social, usando como ratitas de laboratorio a los alumnos de negocios de Yale. Tan sólo se les hizo tres preguntas: 1.- ¿Tenés metas concretas? 2.- ¿Las tenés escritas? 3.- ¿Tenés un plan para cumplirlas? El 84% no tenía metas concretas (sólo querían, entendiblemente, “ser felices” o “pasarla bien”). El 13% tenía metas pero nunca las había bajado a papel. El 3% tenía escrita sus metas. Todos los que tenían escritas sus metas, tenían un plan para alcanzarlas. El 13% que tenía metas (no-escritas) ganaban, en promedio, dos veces más que el 84% de los estudiantes que no tenían metas en absoluto. Mientras tanto, el 3% que había escrito sus metas (y tenía un plan para alcanzarlas) ganaba, en promedio, ¡diez veces más que el otro 97% de los graduados combinados! (delirante diferencia, considerando que ese 97% era profesional y ganaba bien).

Traición, disonancia cognitiva, o por qué no me voy a tatuar

Arranqué el 2014 traicionando a mi viejo “yo”.

El Santiago de 21 años estaría puteando a este Santiago de 27. Hace seis años, creía de forma tajante que comprar una propiedad era una pelotudez. Si un departamento de dos ambientes en un barrio masomenos copado está USD 70 mil dólares (aprox. $ 900.000) y ese mismo departamento se puede alquilar por tan sólo $ 4.000 mensuales; ¿para qué comprarlo si se puede alquilar forever and ever? Si uno quería llegar a “triunfar en la vida”, la decisión más coherente era ahorrar e invertir en activos que rindiesen MÁS que un simple inmueble porteño.

Hoy pienso distinto.

Quiero ser empresario, pero soy de clase media. Si quiero construir una familia además de emprender empresarialmente, necesito sí o sí arremangarme y construir un colchón a prueba de riesgos heavy cuanto antes (en los 20s y no en los 30s). Ese colchón lo arranqué a construir este año con un departamento de “ambiente y medio” en el glorioso barrio de Almagro (mi barrio de cuna).

A los 24 años me fui a vivir solo y empecé a entender qué significa (financiera y psicológicamente) pagar un alquiler mes a mes. Tres años después, me sentía un esclavo del propietario: Sí o sí tengo que tener un techo arriba de la cabeza. Es un gasto que no se puede cortar. Uno no puede “elegir” dejar de pagar el alquiler. Yo sí puedo elegir, por ejemplo, no cambiar el celular una vez por año como toda la gilada, o comprarme un auto 0km con un crédito prendario que me cobra el 50% de CFT anual. También puedo elegir si me voy de vacaciones a Uruguay o a Dubai, o si no me voy de vacaciones en absoluto. Puedo elegir si tomo una azucaradísima Coca Cola o agua de la canilla; así como si me compro unas alpargatas de 50pe o unas Nike Air Jordan de la Gran Zaraza de 3500pe. Puedo elegir cuándo tomarme un bondi de 3,50 y cuándo un taxi de 250. Si me gusta pagar una cochera de 1500pe mensuales, guardarle un lugarcito a mi bicicleta en el balcón o moverme caminando de un lado para otro también está en mis propias decisiones. Puedo elegir entre DirectTV Platino por 597pe mensuales y/o la tele de aire gratuita digital.

Quiero tener guita para ser libre. No disfruto mucho del consumo. Disfruto de la producción. Para producir, necesito asumir riesgos (pero ya no estoy dispuesto a asumir el riesgo de no tener un techo donde caerme muerto -como sí lo estaba a los 21-).


Quiero emprender, pero no quiero emprender con la presión fatídica de llegar a fin de mes (lo que me llevaría indefectiblemente a perder el rumbo de negocios).

A los 21 creía que sólo era posible progresar asumiendo riesgos zarpados (plenos de la ruleta, pero ¡para la vida misma!... apuestas con una probabilidad de ganar del 2,7%). Hoy veo a la vida como algo muchísimo más complejo. A los 27, creo que decidirme por “jugar un pleno” del 2,7% (Ej: dedicar todos mis ahorros y mi tiempo a un startup tecnológico con base en Baires) involucra postergar otras decisiones personales que también quiero poder decidir cuando se me cante y como se me cante.

… o todo lo contrario (y estoy racionalizando a posteriori mi decisión cagueta de cubrirme ante un riesgo zarpado que antes sí estaba dispuesto a asumir -justificada por la “disonancia cognitiva”!-)…



Mi filosofía de vida resumida en una imagen: Yo, vistiendo short de “La Salada” (10 pesos del 2008) y alpargatas del Once (49 pesos del 2012), pisando un depto nuevo de 900.000 pesos del 2014.


PD: Este primer depto tiene 31m2 (15,5m2/persona) y, como cierre del post, suman las palabras del amigo Alek Lisefski (que llevó al extremo la pequeñez y la simpleza): “Habitar un espacio pequeño me obligará a vivir de una manera más simple, más organizada y más eficiente” (otro de mis objetivos de vida! :D)

5 TED Talks gloriosas de Economía Conductual

Sendhil Mullainathan: Solving social problems with a nudge (2009)


¿Cómo resolvemos el problema de la “última milla”? Solemos pensar que cuando llegamos a la innovación tecnológica ya resolvemos el 100% del problema. En general, ¡no! El “problema humano” (la “innovación humana”) sigue estando. El, ¿cómo actúa la gente, por qué, etc?

Combinar a la psicología, el marketing y el arte con el método científico.
Tener ideas, testearlas, ver si funcionan, volver a empezar, tener nuevas ideas hasta que alguna funcione y escalarla.


Dan Gilbert: The psychology of your future self (2014)



¿Por qué hacemos decisiones que nuestros futuros “yo” se arrepienten? Entendemos mal el concepto del tiempo. Cambiamos menos cuanto más grandes somos, pero siempre subestimamos el cambio que tendremos (personalidad, valores, gustos, éxito, etc.). Sobreestimamos la estabilidad, probablemente por lo fácil que es recordar contra lo difícil que es imaginar. La única constante de nuestras vidas es el cambio.


Paul Piff: Does money make you mean? (2013)


Jugando al “Monopoly” como jugador privilegiado: ¿Cómo actúa la gente cuando se siente rica? Mal. A medida que uno escala en la escala social, reduce su compasión y empatía pero aumenta el sentimiento de merecimiento (de la riqueza o posición).

Dan Ariely: Are we in control of our decisions? (2009)



Tal como nos passa con las ilusiones visuales (nuestra intuición nos engaña, aunque sepamos las respuestas correctas), estamos evolutivamente diseñados para ver "ilusiones cognitivas" que nos hacen tomar malas decisiones (irracionales). Por ejemplo, ¿por qué hay tanta diferencia en la cantidad de gente que decide ser donante de órganos en países culturalmente muy similares? La respuesta radica en el poder del default (lo que viene predeterminado para elegir). En los países donde hay muchos donantes, el formulario que invita a donar órganos tiene un checkbox (cajita para tildar) que dice "Tilde aquí si se quiere oponer a donar órganos". La mayoría no tilda, así que queda como donante. Por el otro lado, en los países donde hay pocos donantes, el form tiene un checkbox que dice "Tilde aquí si quiere ser donante de órganos". La mayoría no tilda, así que queda como NO donante.


Dan Ariely: What makes us feel good about our work? (2013)



Tenemos una visión muy simplista sobre qué motiva a la gente a laburar: Creemos que el dinero es el principal (o hasta único) motivador... pero, entonces, siguiendo esta lógica, ¿cómo justificamos que un montañista escale una montaña sufriendo todo el camino sin cobrar un sope? Nos importan muchas más variables que el dinero. Los drivers que nos hacen felices en el laburo son varios: la reputación, el sentido de propósito, el significado, el orgullo, la camaradería, etc.

Quiero ser el que le alquila la cochera al que compra un auto que no puede mantener

Una cochera, publicada en USD 15.000, se alquila por $ 1500 mensuales. Suponiendo un pago en pesos, a dólar blue menos el 20%, estamos frente una renta de 18 lucas anuales sobre 160 lucas de inversión inicial (más diferencia de cambio por la futura devaluación del dólar, más futura apreciación de la cochera en dólares).

Mantener un auto 0km sale aprox. 4 lucas mensuales (más de medio sueldo de la base de la pirámide). A pesar de que el costo de mantenimiento de un auto cualunque es un delirio místico, la clase media sigue comprando autos sin asco. El mercado automotriz se estará achicando pero la cantidad de autos totales sigue siendo una cosa insólita: Hay muchos autos por habitante en un país donde una vez cada 15 años, la mitad de la población nacional cae a la pobreza de una y sin aviso.


Dado la gente está desquiciada y seguirá comprando autos (que no puede mantener), mientras que el espacio en CABA se achica cada vez más, creo firmemente en que invertir en cocheras es una muy buena opción a futuro (y encima es de esas opciones súper seguras que le suelen gustar a cualquier hijo de vecino... si en una manzana random de Almagro hay 500 deptos y 50 cocheras, es bastante obvio que las alquilás casi sin moverte de tu casa).

Por cada 10 dólares invertidos hoy, ganás un peso...100 lucas verdes, 10 lucas pesos... 500 lucas verdes, 50 lucas pesos... Igual, no es fácil (#si_es_fácil_no_es_negocio). Al momento de comprarlas hay que moverse como loco para conseguirlas a 180 lucas pesos y ni un peso más (hay 1400 cocheras en venta en CABA y muy probablemente no más del 1% esté dispuesto a negociar mucho –cerrar en 180 lucas pesos en un barrio decente-).

A sombrerear

Aunque siga ahorrando a lo pavote por años, el colchón patrimonial nunca me será suficiente por sí solo… Mi objetivo 2014 de terminar el año con un patrimonio de USD 25.000 o más (que compartí acá) va alineado con una estrategia más largoplacista a la cual me refiero de dos formas: 1.- “la gran William Wallace” (soldado escocés que, gracias a Mel Gibson, en mi mente es sinónimo de FREEDOM / LIBERTAD); o 2.- “la de Olaudah Equiano” (comprar mi libertad).

¿Qué es esto de comprar mi libertad? Que, como dice Mujica, mientras tenga que laburar todo el día para llenar la olla, no seré libre. Si pudiese llenar la olla sin laburar, podría decidir qué joraca hacer (y ahí viene lo loco… ¡elegiría laburar!). La diferencia radicaría en los grilletes: Hoy por hoy si dejase de laburar no podría pagar un alquiler, expensas o internet, no podría ponerme alpargatas en los pies, ni comprar unos churrascos para comer de vez en cuando… “Comprar mi libertad” es, hoy para mí, sinónimo de vivir de rentas.

Así que lo que más me interesa es generar cashflow positivo (ingreso) y no acumular billetes (sumar patrimonio). La joda está en que el segundo lleva al primero: Con un palo verde y un rendimiento ultra mediocre de esa guita (Ej: 8% bruto menos impuestos replicando al Dow Jones), uno ya es libre. Con USD 50.000, para ser libre, uno debería de hacer rendir esa guita a lo Warren Buffett (mejor inversor del mundo: 28% anual neto en dólares). Yo ya probé en la bolsa: Después de un añito de superarlo al amigo Buffett, me di cuenta en el siguiente bienio que no estaba ni cerca de sus talones (¡por lo menos no por ahora!).

El objetivo de rendimiento anual, entonces, tiene que estar entre el 8 y el 28%... ¿pero dónde? Dado sacarle 28% a tu guita (por largo plazo) es algo de 1 en 7mil millones (hay un solo Warren Buffett), pondría al número mucho más cerca del 8 que del 28. Dividamos la diferencia por cuatro… 8+5 = ¡13%!.

Sí, es bastante al tún tún el 13%, pero tiene algo de lógica y nos permite laburar con números simples, más fáciles de entender. Si le sacás 13% neto anual a tu guita (tipo 1% mensual), por cada 10 lucas de ingreso pasivo que quieras tener mensualmente tendrás que ahorrar un millón de pesos.


Hasta Agosto de este año, veníamos garpando con mi novia 3 lucas 600 de alquiler y, en 2015, este número se hubiese ajustado a, por lo menos, $ 4.300. De ser dueño de la propia propiedad (valga la redundancia) el piso de ingreso pasivo de cualquier panchín de clase media serían esas 4 lucardas (¡más que medio sueldo de la base de empleados de comercio!).

Entonces, ejemplo > Si uno labura en relación de dependencia por 12 lucas y vive en su propia propiedad (ahorrándose 4 de alquiler), está en un ingreso mensual real de 16 lucas (¡aunque no las vea!). ¡75% de sueldo y 25% de renta pasiva invisible! (y todo esto sin contar la valuación de la propiedad que, en general, es mayor a cero)

En línea con todo este pensamiento es que, durante 2014, me quise/quiero poner CINCO sombreros distintos: ¡Cobrar un sueldo, cobrar honorarios, recibir ganancias, cobrar rentas y recibir unos pesos por derechos de propiedad!  (y, si el Estado me quiere regalar guita de alguna forma, me calzaré también el sombrero de parásito y la recibiré como buen cerdo capitalista).

Empleado
Sueldo/s
Trabajador Independiente
Honorarios
Empresario
Ganancias o Dividendos
Inversor
Rentas
Creador
Derechos de Propiedad
Parásito
Regalos (y/o subsidios)

El 2014 me agarró dando los primeros pasos en el sombrereo que quiero perfeccionar:
  • Empleado en Tenaris, líder mundial en la producción de tubos de acero (con y sin costura), principalmente para la industria petrolera.
  • Trabajador independiente en Sinergia1980 (en vías de cambiar su nombre), consultora argenta especializada en aplicaciones de la economía conductual en empresas PyME y startups: pricing, arquitectura de decisiones, psicología del consumidor, etc.
  • Empresario en opymes.com: El año pasado (2013), nos veníamos presentando a concursitos emprendedores con número prometedores desde Oct13 hasta Dic13 (tracción powa en visitantes únicos, facturación creciendo al 5% semanal, ROI linda, etc). A principio de año planchó (Ene14, Feb14 y Mar14). Perdimos empuje. Matamos al proyecto a mitad de año.
  • Inversor en un dos ambientes en Balvanera: Compramos en estado destrucción total. Laburamos un mes intenso. La diferencia pre y post obra, rondó los USD 7.000 netos.
  • Inversor en un “ambiente y medio” en Almagro: La guita que pusimos, en pozo, viene rindiendo un promedio de 12% en dólares a hoy (por la diferencia entre “pozo” vs. “a estrenar”) y, además, nos rinde 4 lucardas mensuales desde Sep14 (mes en que dejamos de pagar de alquiler), ajustables por inflación ad eternum.
  • Creador acá, en el glorioso cerdo.co, que recuperó a principios de año y, por ejemplo, en Mar14 facturó 80pe con un CPC de USD 0,16 y un CTR del 1%. ¡“Gran” facturación! (busco modelos de negocios para esto que hago gratis… ¿ideas? ¿cómo ven un libro del glorioso Cerdo Capitalista?)
  • Como parásito, no cobro la asignación universal por hijo ni el plan “Argentina Trabaja”, pero le entro sin asco a los subsidios que Cristi y compañía me regalan en transporte (subte, tren y bondis que tomo), gas, agua y luz (¡zarpadísimo este último!). Además, en el pasado estudié cuatro carreras (terminando una) y estoy pegando posgrado en universidades estatales (que, en un país privatizado, aún estaría garpando).
Además, fui voluntario (pesos cero) en Junior Achievement y en EmprendING; y di charlas gratis sobre economía conductual en la Universidad Católica Argentina (UCA), en la Facultad de Ingeniería de la UBA, en el ITBA (Instituto Tecnológico Buenos Aires), en La Plata Hub y en el Colegio Superior Carlos Pellegrini.

Mi “portafolio de ingresos” (mi sombrereo) se ve así:


*El concepto “otros” (del significativo 1%) engloba a mi actividad de empresario en opymes.com, a mi actividad de creador aquí en el glorioso cerdo.co y a arbitrajes diversos (compra-ventas).

¿Para qué este sombrereo? Para alcanzar las siguientes metas en pos de hacer la de Olaudah Equiano / comprar mi libertad / vivir de rentas (no para tomar sol en el caribe, sino para poder elegir en qué trabajar, cuándo trabajar, cuánto trabajar y por qué trabajar).
  • Año 1 (2014): 25% de ingresos no-empleado
  • Año 5 (2018): 70% de mi ingreso presente (actualizado por inflación obviamente) exclusivamente de rentas pasivas
  • Año 10 (2024): Ingresos de rentas equivalentes al piso de la clase ABC1 (aprox usd 3000 mensuales en Argentumland)

Argentina, país generoso. En unos años probaré que ¡acá aún se puede hacer la de Olaudah Equiano (siempre y cuando se esté dispuesto a sombrerear)!

Todos somos enfermos mentales...

…pero tranqui: tenemos tan poquito de cada enfermedad mental, que podemos actuar “normalmente” en sociedad. Desde no poder poner el volumen de la TV en 13 (10, 15 o ¡nada!), hasta no poder acostarse a dormir si no está hecha la cama, todos tenemos peculiaridades y generalidades que nos hacen enfermitos. Una de esas generalidades que nos hace irracionales, impulsivos y medio pavotes es el hecho de que no podemos relacionarnos bien con la guita (ninguno de nosotros, por más racionales que nos creamos).

Tres ejemplos y ahondamos en cómo estoy logrando mi objetivo anual de ahorrar más que el país más ahorrador del mundo (Qatar, 62%)…

1.- La plata es un concepto muy abstracto para nuestras cabecitas irracionales. Nos pone mucho más felices recibir, de regalo, un libro que nos gusta de $ 150 que recibir $ 300 en efectivo (cuando, en realidad, debiéramos sentirnos más felices con lo segundo si nuestro esfuerzo de cambiar 300pe por dos libros vale menos que 150pe).




2.- No somos buenos pensando en el costo de oportunidad del dinero (ni de nuestro tiempo, representado en dinero). Si vamos a comprar un auto 0km por $ 100.000 y nos ofrecen, como oferta por única vez, agregarle el levantavidrios automático al 50% del precio de lista ($ 5.000 en vez de $ 10.000), nos parece una ganga que no podemos desaprovechar.

Ante una situación así, la mayoría de nosotros hace dos cosas: Primero, quedamos anclados en los 10k y que nos digan después que hay 50% de descuento nos parece espectacular. Nos hace creer que somos muy buenos compradores. Segundo, comparamos consciente o inconscientemente los 5k con los 100k y nos decimos: “Es sólo 5% más, dale para adelante campeón. Con lo que trabajás, ¡te lo merecés más que nadie!”.

La primer minoría (o la segunda mayoría), piensa en términos de costo de oportunidad en el mismo rubro y en el mismo producto: autos y levantavidrios automáticos. Este grupo analiza, racionalmente y en detalle, si el precio de $ 5.000 es un “precio justo” para lo que está por comprar. Estos humanos se fijan cuánto está el levantavidrios en Ford, Fiat, Renault y Volkswagen. Recién después, deciden.

La minoría minoría (muy poquitos) analiza el asunto más racionalmente cruzando a esos $ 5.000 con una estimación subjetiva de “disfrute” de esa diferencia en el auto versus horas trabajadas para conseguir esos $ 5.000 versus otros productos de otras categorías (leches largavida, postrecitos Jimmy para los chicos, días de vacaciones extra, etc, etc.). Como diría Yoda, a estar en esta minoría esperar debiéramos. Es jodido (y hasta agotador) pensar en estos términos ante cada mínima decisión, pero, aunque sea, nos conviene pensar en el dinero de forma concreta comparándolo cross-producto y cross-ingreso ante decisiones importantes (por ejemplo, que representan más de una semana entera de laburo).




3.- Consciente o inconscientemente, estamos sesgados para favorecer al lapidar nuestro dinero en el presente, hayámonos o no puesto objetivos de ahorro. Igual… ¡que no decaiga! Esto tiene una solución muy pero muy simple (siempre y cuando quieras ahorrar, dado que ahorrar por ahorrar no es necesariamente bueno): Ponernos deducciones automáticas para ahorrar apenas cobramos. ¿Ganás 10 lucas y querés ahorrar 1000pe mensuales? Decile a tu banco que, el primer día de cada mes, te saque mil pesos y te los transfiera a un plazo fijo excepto que vos digas lo contrario. El default será que ahorrarás 10% y tendrás que hacer un esfuerzo para ir en contra de ese default. Además, dispondrás de menos dinero palpable durante el mes lo que te hará creer que efectivamente ganás 9000pe y no 10k. Nos conviene sacar a esos pesitos fuera de nuestro propio control para lograr ahorrar más y gastar menos. Por más vivos que seamos o nos creamos, si dependemos de nuestro mecanismo de toma de decisiones durante el día a día, fallaremos. Si, por el contrario, nos sentamos un día a pensar (lo más racionalmente que podamos) cuánto nos conviene ahorrar (10%, 20%, 50%, etc.) y después creamos una regla que se ejecute automáticamente en el futuro, tendremos éxito.



Este glorioso tip (deducciones automáticas) es lo que me permitió, este año, ahorrar como un catarí (+62%) en pos de alcanzar mi “misión” de hacer la de Olaudah Equiano (escritor africano que compró su propia libertad en 1766).

De mis seis objetivos de este año, uno sólo es económico. Tiene dos patas pero es una única meta: Terminar el 2014 con más de USD 25.000 de patrimonio neto individual (o USD 50k de patrimonio familiar con mi novia), y con un 25% de mi ingreso mensual no-Tenaris (mi actual empleador).

Para cumplir ambas partes del objetivo, pusimos todo lo que teníamos (y un poco más) en un depto en pozo en Almagro y en un depto destruido en Balvanera. Pusimos mucha plata de arranque para Almagro y un poco de plata para Balvanera. En Almagro, nos quedó una deuda con la constructora por el 50% de la propiedad que arrancó, a principio de año, en $ 10.000 mensuales (hoy, casi 14k gracias a la inflación). En Balvanera, nos quedó una deuda hipotecaria por el 85% de la propiedad con cuotas de aproximadamente $ 4.000. Además, nos quedaron deudas con familiares ($10.500 mensuales) y un crédito personal que agarramos para completar la guita de arranque de ambos deptos.

No tengo pruritos con el tema plata… así que les cuento detalles sobre la magia…  Por mes, devolvemos un promedio de $ 32.000 con cuotas pre-establecidas que automáticamente se nos debitan de nuestras cuentas. Esto representa más del 80% de nuestro ingreso mensual y nos permitió superar nuestra meta anual: Ahorrar más que el país más ahorrador del mundo (Qatar, 62%), con un “plan automático de ahorro”.

Asimismo, lo invertido en ambos deptos ya nos generó rentas que representaron el 34% de nuestros ingresos netos del 2014.



Resumiendo…
Misión de largo plazo: Hacer la de Olaudah Equiano > Ahí vamos…
Objetivo 2014: + de USD 25k de patrimonio, y +25% de ingreso “diverso” > ¡Hecho!
Meta 2014: Ahorrar como un catarí > ¡Hecho!

1,03 o más... el resto, zaraza

Hace dos años que estoy en el “mundillo emprendedor” (lo que gira alrededor de los eventos emprendedores en hoteles de primera línea, los cursos universitarios de entrepreneurship, los concursos emprendedores, las aceleradoras, los inversores ángeles, las incubadoras, los aportes no reembolsables y los espacios de coworking). Me divierten mucho las diferentes personalidades que uno se cruza allí. Los habitantes de este canchero planeta son...
  • TIPO A - Emprendedor de alto potencial que quiere cambiar el mundo: Son los menos. Si uno analiza cualquier ecosistema emprendedor encontrará que estos cracks no representan a más del 1% de la población total. Están emprendiendo, de verdad, con cabeza (inteligencia), huevo (alta tolerancia al riesgo), músculo (¡laburo!) y visión comercial (saben que los negocios se hacen ganando guita). Agarre uno a la generación que agarre, encontrará en la misma muy pocos emprendedores de alto potencial con visión global. Su escasez es la razón por la cual las aceleradoras tienen ratios de aceptación inferiores al 1%.


  • TIPO B - Empresario MiPyME del mundo real (~40 años): No sabe lo que son las startups tecnológicas ni las “empresas B”. Sabe que, para sobrevivir, hay que hacer cosas que la gente quiera. Son esos tipos/as que ven oportunidades en la calle (y no sentados en un Starbucks frente a su notebook). Suelen haber arrancado jóvenes a emprender y llevan décadas (de éxitos y tropiezos) en su rubro. Son los reyes de su especialidad, que suele ser poco glamorosa. La sociedad, en general, ignora por completo a estas personas. Son dueños de micro, pequeñas y medianas empresas que quieren crecer y son lo suficientemente humildes para admitir que no saben cómo (por lo que acuden al conocimiento profesional del mundillo emprendedor).

  • TIPO C - Empleado cagón de alto potencial: Es fanático del mundo emprendedor, pero lo mira desde afuera. Trabaja en relación de dependencia y, en su empresa, lo tratan muy bien (hasta lo llaman “intrapreneur”). Suele haber superado procesos ridículamente eliminatorios para ingresar a su puesto (Ejemplo en Google Argentina: Sólo entra uno de cada 191 postulantes) y, una vez dentro, no tarda mucho en ser catalogado como “HP” (high potential). Dado las empresas grandes, son grandes máquinas de promediar, este empleado no suele cobrar tan bien como se merecería. Está en el 2,5% más vivo del planeta (IQ>130), pero es cagón: Prefiere ganar un buen sueldo, viajar por el mundo de la mano de Papá CEO y esperar, quien sabe hasta cuándo, para pegar el tiro emprendedor.

  • TIPO D - Desempleado: Es un joven profesional (~25 años) que terminó la carrera a los tumbos y, de no estar jugando a ser emprendedor, estaría indefectiblemente en el tercio de profesionales imposibles de emplear (o empleables a menos que el salario mínimo de cualquier sindicato decente -es decir, 8 lucas pesos en mano o menos-). Suelen ser de clase media, así que, su disfraz emprendedor, no suele durar mucho. Aunque la careta sea copada, no hay que confundir emprendedor con desempleado.


  • TIPO E - Niño rico: Es un joven adulto (~30 años), que sigue vistiéndose y actuando como niño/a. Vive de rentas pasivas heredadas o aún vive directamente de sus padres. Pasa sus días en su oficina propia creando modelos de negocios no rentables (quemadores de dinero familiar). Siempre tiene empleados (así que, aunque sea, distribuye riqueza). Tan sólo una minoría de estos niños y niñas emprende comercialmente (dado la mayoría cree que la mejor forma de salvar al mundo de su injusticia es encarando emprendimientos sociales). No están dispuestos a laburar desde las 7am, pero, tarde o temprano, siempre logran su objetivo: Queman toda su fortuna… y, gracias a eso, hacen del mundo un lugar más justo.


Mientras que los “emprendedores tipo C” no son ni útiles ni dañinos para el mundillo emprendedor, los “emprendedores tipo D” y “los emprendedores tipo E” sí que son peligrosos. Son tipos/as que aún no entienden que la riqueza, bien habida, siempre ha de ser generada (no heredada, ni distribuida o mendigada a Papá Estado). Suelen ser tipos “altruistas” que no saben que el mundo crece al 3% anual. Son anti-progreso que ven con buenos ojos a la igualdad en el estancamiento.

Dado las etapas de un emprendedor (sea cual sea), son masomenos seis*, lo loco de todo esto es que es MUY jodido saber, a corto plazo, si uno está frente a un desempleado o a un emprendedor de alto potencial, a un niño rico o al próximo Paolo Rocca...* Las seis etapas serían algo así: 1.- Quiero ser emprendedor. 2.- Tengo una idea. 3.- Soy un emprendedor. 4.- Somos un equipo con sentido. 5.- Encontramos un modelo de negocios escalable (y, por lo tanto, de alto potencial). 6.- La etapa de Pinky y Cerebro: Ya validamos nuestro modelo de negocios. ¡Estamos listos para conquistar el mundo!


Cualquiera que termine su vida habiendo generado menos que lo heredado (entendiendo por “heredado” todo lo que nos vino de arriba, desde educación y alimento como niño hasta depto en Palermo sin desembolsar un sope propio como adolescente) elevado a la cantidad de años activos (aprox 50) es indefectiblemente un parásito que ha necesitado de alguien más productivo para bancar su existencia.

Son parásitos deficitarios los que, heredando un edificio metafórico de 18 departamentos, espichan dejándole a la sociedad del mañana tan sólo 16 deptos en pie (porque se les cayó el noveno piso del edificio por falta de mantenimiento). En la otra orilla del río están los gloriosos laburantes y emprendedores (generadores de riquezas ambos) que, heredando en bienes materiales e inmateriales (como educación, cariño y contactos) un edificio metafórico de 2 departamentos, espichan dejándole a la sociedad del mañana cuatro edificios torre de 54 departamentos cada uno, sea de quien sea la propiedad de los mismos.




¡El generador de riquezas de mentalidad imperialista es mucho más beneficioso para la sociedad que el redistribuidor menos deficitario de todos!

Termine mi vida como “A”, “B” o “C”; espero nunca caer en el mundo de los walking dead emprendedores (“D” y “E”). Mis felicitaciones y mi orgullo a todos esos “A”, “B” y “C” que, generando 3% o más de riqueza extra para la sociedad anualmente, hacen del mundo este lugar en plena mejoría que está aniquilando, año a año, a la pobreza, la esclavitud y la guerra heredadas de todos los sistemas previos al capitalismo (donde los visionarios, los emprendedores creadores, los científicos y los inventores eran sometidos por la gilada gubernamental, burocrática, religiosa y/o militar).

Industrialización, fin de lucro, pensamiento en chico y egoísmo capitalista

Cuando empecé este blog hace seis años y medio, ya había fundado y fundido un negocio que me había dado de comer por dos años (la gloriosa y extinta Editorial Verde Hattrick). Por aquel entonces, me había cambiado de Economía a Administración en la UBA, trabajaba en un estudio contable por el pancho y la coca, creía fervientemente en que el emprendedorismo era el motor de crecimiento del mundo y estaba insatisfecho con la poca bola que se le daba al emprendedor schumpeteriano en mi querida Argentina. Por eso fue que, en el primer post del Cerdo Capitalista, me preguntaba por qué había tan pocos emprendedores en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (que, por sentido común, debiera ser un semillero de empresarios).

Este blog nació en Marzo del 2008. Por aquel entonces, no se había fundado Groupon (empresa de Nov08 que hoy vale usd 4.500 M), ni Dropbox (empresa de Sep08 que, a principios de año, ya valía usd 10.000 M), ni Pinterest (empresa de Mar10 que hoy vale ~usd 5.000 M), ni Airbnb (empresa de Ago08 que hoy vale ~usd 10.000M), ni Yammer (empresa de Sep08 que se vendió a Microsoft en usd 1.200 M), ni Instagram (empresa de Oct10 que se vendió a Facebook por usd 1.000 M).

El mundo era distinto y la Argentina era aún más distinta. Acá no había aceleradoras, ni incubadoras, ni “company builders”, ni varios espacios de coworking en cada barrio ABC1 de Capital Federal (¿aún no sabés lo que son? ¡Aprendé aquí!). Recién arrancaban los primeros cursos para emprendedores en las universidades. La ONG “B Labs” (yankie y con zarpada prensa) aún no había logrado que ningún estado legisle sobre las “Corporaciones B” (o “benefitial corporations”). Había menos emprendedores tecnológicos y menos personas jugando a ser emprendedoras tecnológicas en la gloriosa Argentum-land. También había menos emprendedores sociales y menos personas jugando a ser emprendedoras sociales.

Hoy, hay alto boom “entrepreneur” que no le mueve ni el dedo meñique del pie derecho al PBI. A pesar del explote de emprendimientos tecnológicos/sociales y gente capaz dedicándose a eso, el principal rubro del PBI sigue siendo la industria manufacturera, los dólares siguen entrando gracias a la soja, y la explotación de minas sigue bancando las arcas de varias provincias casi en solitario (“La Alumbrera” representa el 60% de la recaudación catamarqueña -una sola empresa, sí-). El servicio doméstico agrega más valor (representa una porción de la torta del PBI más grande) que todas las empresas tecnológicas juntas. Sin embargo, hay una oda al emprendedor tecnológico cada diez minutos y una ignorancia absoluta para con las asistentes domésticas.

MercadoLibre (EL negocio latino de ecommerce) factura USD 473 millones en 14 países. Globant, USD 158M. Dridco (empresa dueña de ZonaJobs, DeMotores y ZonaProp), USD 35 millones al año. El servicio doméstico, USD 12.240 M sólo acá (en este país). Las mucamas argentinas son 26 MercadoLibres, 77 Globants o 350 Dridcos (y eso que estas empresas operan -y facturan- internacionalmente).


Internet es una fiesta. La tasa de crecimiento de los negocios relacionados con Internet (48% anual en Argentina) es espectacular. En un par de décadas, el negocio online será gigantesco… pero... Internet tampoco es LA fiesta. LA fiesta son los negocios tradicionales y ese debiera ser el santo grial de cualquier cerdo capitalista que se precie de tal.

Es preferible invertir en empresas de industrias poco glamorosas, como Manaos en bebidas gaseosas, antes que en cualquier emprendimiento tecnológico random. Sin embargo, ninguna cámara enfoca nunca a un emprendedor que hace anteojos, fabrica acero, produce sommiers, corta árboles para hacer papel o abre un negocio de telas en Once. Curiosamente, estos gilunes son los que mueven ¡el 99% del PBI argentino! :O

El Cerdo Capitalista, mientras tanto, sigue siendo baluarte de la industrialización, el fin de lucro, el pensamiento “en chico” y el egoísmo capitalista.

Quiero tener una industria propia (...y siento mucha ansiedad por aún no haberlo logrado). Quiero ver que otros sienten orgullo de ser industriales. No tengo pudor en decir que gano guita agregándole valor a la sociedad ( #capitalismo ). Me gusta los negocios que no tienen vergüenza de ser chicos: Tener una única fábrica en Lomas de Zamora, que factura 10 palos verdes, le da laburo a 100 personas y vende en 5 países ES mejorar el mundo. No todos los emprendedores deben emprender intentando hacer el nuevo MercadoLibre: Está bien que haya un restaurant de comida peruana en mi esquina, una lavandería en la otra cuadra, un supermercado sobre la avenida y un pequeño industrial en los barrios del sur de mi ciudad. Hay que aplaudir a Marquitos Galperín, pero también al peruano que dejó todo para venirse a cocinar al Once, a la vecina que lava ropa, al chino que instaló un nuevo súper en el barrio, y al empresario PyME que apostó todos sus ahorros a la industria metalúrgica de baja escala.

¡Larga vida a la industrialización, al fin de lucro, al “pensar en chico” y al egoísmo capitalista! ¡Larga vida a los negocios tradicionales que sacaron de la esclavitud a ¾ partes del mundo y a muchísimos más de la pobreza!

Escalabilidad, guita, relaciones, huevo, valor: ¡BOOM!

Plaza Teniente General Emilio Mitre. Las Heras y Pueyrredón, Buenos Aires. Estoy charlando sobre negocios escalables con un compañero tutor de EmprendING. Pensamiento va, pensamiento viene. Mi co-equiper saca de la galera una frase pavota pero poderosa: “No hay nada más escalable que la guita”. A lo que respondo: “¡y sí!”. Recién al rato me cayó la ficha. Posta. Guita tendría que ser sinónimo de escalabilidad (aunque NO sea efectivamente lo MÁS escalable).

Un negocio escalable es un negocio donde, eventualmente, los ingresos pueden crecer más aceleradamente que los costos. No existen negocios 100% escalables ni negocios 0% escalables. Todos los comercios que vemos en la vida misma tienen cierto porcentaje de escalabilidad.
  • Si ponés una peluquería y te empieza a ir bien, crecerás, mayormente, de forma no escalable. Ponés una segunda peluquería y se te duplican los costos (así como los ingresos). Ponés diez y tenés diez veces más costos (y diez veces más ingresos). Acá la escalabilidad pasa por los costos administrativos o de creación de marca (entre otras pequeñeces): Los hacés una vez y te sirven para 10 o para 100 peluquerías.
  • Si ponés un sitio web que vende productos para peluqueros (que no producís ni distribuís, sino que sólo intermedias, como un simple vendedor), podés vender diez productos o mil con casi el mismo costo (no idénticamente el mismo, pero muy similar). Acá, si te va bien, tus ingresos crecerán de forma más acelerada que tus costos. 

No hay ninguna ciencia en esto. Como todo, es costo-beneficio. Poner un negocio no escalable involucra menos riesgo que poner un negocio escalable y, por eso, el primero rinde menos que el segundo (tiene un ROI -porcentaje de retorno sobre la inversión- más bajo). No se es más vivo o menos vivo por dedicarse a un tipo de negocio o al otro: Tan sólo se juega a juegos distintos.


Lo mismo pasa con nuestro tiempo personal: Podés dedicarlo a cosas escalables o a cosas no escalables. Sería algo así:
  • Le dedicás vida (tiempo) a actividades no escalables cuando hacés un esfuerzo moderado en obtener, con una alta probabilidad, una buena cantidad de utilidad personal por única vez. Ejemplo: Laburo en relación de dependencia. Laburás ocho horas el Lunes. Si no disfrutás de tu trabajo, tu utilidad personal pasa exclusivamente por los 750pe que cobrás por ese día de laburo, que luego se traducirá en lo que sea que te haga más feliz gastar (o ahorrar/invertir). Si disfrutás de tu laburo, tu utilidad personal será un día feliz/alegre haciendo lo que querés, lo que te gusta o lo que te hace sentir trascendental (entre otros drivers que te pueden empujar a “darlo todo” en el laburo) más 750pe traducibles en bienes/servicios/guita-en-sí-misma. Ejemplo #2: Boliche. Te juntás con amigos a las 10. Previa. Te cagás de risa. Vas a bailar. Te encarás a 12 minas: Una te da bola. Te interesa poco y nada la mina. Le metiste tiempo y plata (750pe entre previa, boliche, telo y “etcétera” a gusto, que se traduce en un día de laburo) en obtener por una única vez diversión y “felicidad” pasajera.
  • Le dedicás vida (tiempo) a actividades escalables cuando hacés mucho esfuerzo y tenés una baja probabilidad de obtener mucha “utilidad personal” (satisfacción, alegría, felicidad o como quieras llamarle) en el mediano o largo plazo. Ejemplo: Escribís para un blog que, al principio, nadie lee. Le metés dos horas a escribir un post. Te da algo de felicidad escribirlo, pero, a largo plazo, tenés una baja probabilidad de que ese laburo te dé muchos puchitos de felicidad extra al recibir un comentario, una felicitación, una invitación a dar una charla en relación a uno de tus posts o simplemente al releer algo que escribió hace mucho una persona que se parece a vos pero no sos vos (tu “vos” del pasado). Ejemplo #2: Pareja. Nuevamente… Boliche. Te juntás con amigos a las 10. Previa. Te cagás de risa. Vas a bailar. Te encarás a 12 minas: Una te da bola. ¡Esta vez sí te interesa la mina! Acá sí vas a estar dispuesto a ponerle tiempo y plata a “actividades escalables” (ver películas que no te gustan, acompañarla a ir de shopping, cenar con tus suegros, etc.) para hacer que exista una baja probabilidad de que se construya una relación duradera a futuro (que estimás te dará muchísima “utilidad personal” a futuro).

Lo loco es que la guita es ridículamente escalable, por la magia del interés compuesto. El ejemplo vivo (más extremo) es el amigo Warren Buffett: 28,15% de rentabilidad neta por 64 años y convirtió 9.800 humildes dólares en más de 60.000 millones (un seis y diez ceros atrás, sí)… y parafraseando al ladri de Kiyosaki (autor de “Padre Rico, Padre Pobre”), la guita ajena es la guita más escalable de todas. Encontrar un negocio que rinda el 15% anual pero financiar al proyecto con 80% de guita ajena al 5% anual, equivale a transformar al negocio pedorrín del 15% en un negoción del 55%. ¡He aquí al concepto simplón pero powerful de escalabilidad de la guita!


Como hace un par de años había concluido, la vida es una sucesión de inversiones (y algunas de esas son escalables). Invertir tiempo en maximizar la probabilidad de ganar guita, para después ahorrar gran parte de esa plata y reinvertir la papota para generar papota parece ser una excelente idea (¡y lo es!), pero mejor aún es invertir tiempo en el “bien” más escalable de todos: ¡las relaciones! (desde tu familia hasta tus amigos, pasando en el medio por un bunch de gente con guita que el día de mañana puede bancar tu aventura empresarial). Invertir en generar y consolidar relaciones ha de ser la inversión más escalable de todas… y eso es lo que genera que muchos interpreten mal esto último y terminen siendo víctimas del famoso síndrome “so glad to be here” (“muy feliz de estar aquí”). La comunidad emprendedora genera un sentido de pertenencia tan fuerte en sus miembros que muchos miembros se olvidan de la papa del asunto: ¡generar algo de valor para escalar! Lo obvio de este tema es que multiplicar por mil a cero, da cero. Tener la oportunidad de escalar infinitamente algo que vale cero, no vale nada tampoco.


Así que amigos “entrepreneurs” e “intrapreneurs” dedíquenle cabeza, huevo, músculo y visión comercial a generar algo de valor (material o no material, monetario o social); decidiendo a ese “algo” en base a su personalísima preferencia en relación costo-riesgo-beneficio. Si sos anti-riesgo, no te metas en un emprendimiento escalable de baja probabilidad de mucho éxito. Si sos anti-estabilidad, no te metas en un emprendimiento no escalable de alta probabilidad de moderado éxito. Matemáticamente, un estadístico te recomendaría lo segundo (porque multiplicar 0,9 por 100 es mejor que multiplicar 0,0008 por 100.000), ¿pero a quién le importan las matemáticas?

Vasomediollenista

Me tienen los huevos al plato los vasomediovaciístas y quería compartir un pequeño manifiesto de mi vaciomediollenismo.

Hace 200 años tres cuartos de la población mundial era esclava y hoy tan sólo un cuarto es pobre. Nunca en toda la historia de la humanidad hubo menos muertes por homicidio que hoy en día.


No hay nada que frenar. La paz ya está ganando... Hay que darle tiempo nomás... Laissez faire, laissez passer (¡dejen hacer, dejen pasar!)…

El 1% de la población mundial tiene más que el restante 99%... ¿So what? El rey Fernando II de Aragón estaba en el 0,00001% más beneficiado del Siglo XV: Cagaba en una olla. Se moría de calor en el verano español porque el morocho que lo abanicaba no se parecía en nada a un glorioso aire acondicionado a 18 grados. Se murió sin probar la Coca Cola, sin ver Nueve Reinas y sin escuchar a La Nueva Luna. Nunca probó una pizza ni una ensalada de tomate y huevo. No vio en HD a España campeona del mundo en el 2010. No solo tuvo que fumarse un intenso entrenamiento militar sino que tuvo que liderar más de una guerra (mientras nosotros, hoy, ya ni vamos al servicio militar ex obligatorio). No escuchó al gordo Bonadeo relatando los Juegos Olímpicos en TyC, ni probó un yacuzzi o un hidromasajes. Recorrió menos el mundo que cualquier panchín de clase media hoy día. Lo obligaron a casarse a los 17 años con su prima (Isabel, la católica). Se murió a los 64 años cuando hoy la esperanza de vida está en 71 con quince países donde los hombres viven más de 80.

El mundo va para mejor. Es noble tratar de “cambiar el mundo”, pero no caigamos en la falacia de que todo ha de ser cambiado. Muchas cosas funcionan muy bien (mejor que nunca en la historia de la humanidad) y nos han permitido crecer de forma espectacular en los últimos siglos.


Agradezcamos haber nacido en el siglo XXI y actualicemos un toque el discurso marxista que el amigo Carlitos nació hace 200 años (y, como ya dije, en aquel entonces tres cuartos de la población era esclava… hoy: un cuarto pobre).