EL CERDO CAPITALISTA es el blog de un porteño llamado Santiago. De derecha en lo económico y de izquierda en lo social, aquí online desde marzo del 2008. Luchando contra la gilada y tratando de educar financieramente a las clases medias.

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Capitalismo puro y duro: Taxi sin reloj y un manguito extra al cargar la SUBE

El primero de enero a la madrugada estaba en Flores, sobre Rivadavia, esperando un taxi o un bondi que me lleven a mi casa. Había tres grupos de personas por cuadra. Estaba al 7000 de Rivadavia y yo vivo aprox. al 2500 (45 cuadras más 10 desde Rivadavia hasta mi calle). No pasaba ningún colectivo en absoluto (ninguna línea). Eran aprox. las 3am del primero de enero (el feriado más feriado del año).

Al esperar un rato que algún bondi me acerque, me resigné y empecé a caminar: 55 cuadras se pueden hacer caminando (antes que estar parado en un mismo lugar una hora!). Apenas hice dos cuadras, el capitalismo me tiró un centro mágico, de esos con una rabona sobre la línea de fondo.

Veo un taxi vacío con su cartel de “Libre” iluminado. Para frente al primer grupito de la cuadra. No los levanta. Sigue. Para frente al segundo grupito de la cuadra. No los levanta. Sigue. Me para y me dice: “No estoy trabajando por reloj pibe. ¿A dónde vas?”. Le respondo con la dirección y me dice: “120 pesos, ¿te va?”… “¡Claro que sí!” respondo con alegría. El viaje, por reloj, me hubiese salido aproximadamente 80 pesos. El tipo se ve que le estaba metiendo un 50% extra a su tarifa por ser uno de los poquitísimos tacheros que salió a laburar el primero de enero a las 3am… ¡frente a una cantidad incalculable de demanda de transporte!

Tras el evento, le cuento la situación a mis amigos y familiares: Todos se indignan. ¿Por qué se indignan? ¿Tan sólo porque el muchacho violó una ley escrita por algún desconocido que poco entendería sobre lo que significa un intercambio libre y voluntario? Para mí fue algo genial: Si el tachero hubiese respetado a rajatabla la ley (desoyendo la diferencia guasa entre demanda y oferta del momento), yo hubiese tenido que caminar 55 cuadras a las 3am por media Capital.

Otra… El finde pasado estaba en Escobar esperando poder tomarme el 194 (el “Plus”, el cómodo) hasta Once. Me di cuenta no tenía cargada la Sube. No estaba en medio del lindo caos céntrico de Buenos Aires, donde hay 200 cargadores de Sube por barrio. Acá había un solo kiosco y advertía a la clientela que cobraba un peso extra por cargar la Sube (¡otra ilegalidad!). Al igual que con la primer anécdota, me pareció bien que el comerciante ponga un pequeño precio extra por brindar ese servicio cuando nadie más lo brinda… Sin embargo, cuento la anécdota y la gente también me putea: Que estoy defendiendo una ilegalidad, que son todos chorros, que los comerciantes son de lo peor, etc… ¿Qué tiene de malo ofrecer un servicio X por un precio Y, si las reglas de juego están claras para ambas partes?

Yo no hago acá apología del delito (porque estos dos ejemplos son ilegales, y como ilegales, están claramente mal). Quiero pensar sobre lo “filosófico” (lo que está más allá de las dos anécdotas) y expresar cuál es mi visión del mundo.


Creo que hay que flexibilizar ciertas leyes, para que estas cosas no sean ilegales: El control gubernamental no sirve para nada. Como diría Ayn Rand, “son grietas mortíferas en los cimientos del sistema capitalista (único sistema que ha liberado a los hombres de la esclavitud, de las hambrunas, de las pestes, el terror y la desesperación paralizante en la cual la mayor parte de los hombre habían vivido durante todos los siglos pre capitalistas, y en la cual la mayoría de ellos todavía vive en los países no capitalistas).”