A mí me gusta medir a
la riqueza como grados de libertad:
- Los ricos pueden elegir qué hacer (¿Trabajar? ¿No trabajar? ¿Irse de viaje a India para “encontrarse”? ¿Fundir 10 empresas antes de fundar una que funcione? Todo se puede).
- La clase media necesita dedicar, en general, 10 horas diarias a trabajar, pero pueden elegir en qué trabajar (¿Contador? ¿Abogado? ¿Dueño de negocio? Todas son elecciones posibles, algunas más difíciles que otras).
- La clase media baja necesita trabajar y tiene muchas menos opciones para elegir (¿Obrero metalúrgico? ¿Atender un locutorio? Aún hay opciones).
- Finalmente, la clase baja es la que tiene el menor grado de libertad: estando al horno con papas, debe meterle mano a los laburos que nadie quiere hacer.
Siguiendo este esquema, ganar $ 35.000 por mes sin tener nada de patrimonio, no te hace rico (como sí dice este otro modelo también publicado en esta bitácora!).
Creo que
Latinoamérica aún es generosa con la movilidad social. El que nace pobre, puede
vivir su adultez rico. El que nace rico, puede vivir su adultez pobre. No sé si
en los países centrales de Europa hay tantas oportunidades de progreso como por
estas tierras. La inestabilidad y el cambio de reglas de juego, abre puertas y
sacude un poco las cosas (haciendo que algunos se enriquezcan y otros se
empobrezcan cada 10 años). Argentina, país
generoso.