Sólo
conozco una persona que, habiendo nacido humilde (clase media trabajadora), avanzará
dos o tres clases sociales en su vida sin lugar a dudas.
Conozco
tres personas que, habiendo nacido clase media acomodada, saltarán una o dos
clases sociales en su vida sin lugar a dudas.
¿Por
qué? Exclusivamente porque trabajan como locos (de lunes a lunes, sin horarios
y sin perder motivación nunca) y están acostumbrados a retrasar la
gratificación.
El
primero gana cuatro veces más que otros amigos pero se va de vacaciones a
lugares cuatro veces más baratos que éstos otros; gana cinco veces más que
otros conocidos pero se compra un quinto de ropa nueva en comparación con éstos;
gana lo mismo que un puñado selecto de conocidos pero ahorra veinte veces más.
Los
segundos ganan diez veces más que otros amigos, pero se van de vacaciones al
mismo lugar que ellos; ganan trece veces más que otros conocidos pero se
compran la ropa en los mismos locales; ganan el doble que amigos que laburan
muy bien pero ahorran infinitamente más.
Para
hacer guita, alcanzar la libertad financiera (aka: ¡poder elegir qué hacer con
tu vida!) y vivir bajo tus propias reglas en un futuro, hay una sola receta
bastante obvia: Retrasar la gratificación.
Una buena forma de lograrlo es generando guita (laburando) en algo disfrutable, lo que te generará placer suficiente como para poder cumplir con ese delay. Me cruzo todos los días con gente que odia su trabajo (y espera los viernes ansiosamente) y usa al consumo (con la guita que gana) como vía de escape a esa infelicidad diaria (lo cual es la receta contraria: laburá en algo que no te gusta exclusivamente por plata, para consumirla al 100% y auto-condenarte a seguir laburando en eso que no te gusta!).