Los mismos que te dicen que la guita no importa, son los que se sorprenden si te encuentran ahorrando el 80% de tu ingreso mensual dado, según su percepción, no estás “disfrutando de la vida” lo suficiente. ¿Posta? Somos seres incoherentes.
Me divierte mucho más crear que consumir. Me divierte más escribir que leer (por eso le regalo a la humanidad este glorioso blog… por una motivación egoísta de disfrute personal). Me gusta más crear un sitio web que usar uno ajeno (y, por eso, estando en la primaria ya hacía sitios sobre mis hobbies con FrontPage 98). Disfruto más pintando un cuadro que viéndolo o sacando fotos antes que yendo a una muestra de algún artista famoso. Nevertheless, consumir me inspira. Algunos posts de este blog nacen con una chispa que se prende al leer la opinión de otro o al visitar algún lugar copado. Me encanta ir al cine, comer en un buen lugar o caminar a lo turista por algún lado desconocido que me sorprenda. Producir sin consumir es imposible, pero vivir para consumir (sin producir) me resulta ridículamente vacío. No encuentro motivación alguna en laburar todo el año en un “dead end job” para pagarme unas vacaciones en la polinesia francesa. Ir a pulular a un lugar exótico y copado no me llama para nada. Me llama mucho más escribir un libro, pintar un cuadro o diseñar la estampa de una remera.
Noté que, por lo menos en mi vida, no hay correlación alguna entre cuán feliz me siento y cuánta guita gané o cuánta gasté ese año. Entonces… ¿para qué gastar si ese acto no me va a traer felicidad alguna?
Morirse habiendo recorrido el mundo me parece algo totalmente insignificante. Morirse habiendo creado una familia feliz, un bosque, un libro o una empresa me parece algo infinitamente más motivador.
Mi “disfrutar de la vida” no involucra quemar 50 lucas en un viaje o 20 lucas en una TV de última generación; y me siento “raro” al pensar así. No soy un hippie anti-dinero, sino todo lo contrario. Quiero facturar (y a lo guaso) para poder producir, hacer, generar. Siento que, laburando a por la supervivencia (sea esta con 5 luquitas o con 50), nunca se puede dar el salto (de dedicar el 5% de tu tiempo a algo que percibas es productivo y trascendental; a dedicar el 100% de tu tiempo a cosas productivas y trascendentales).
Al respecto, otro gran zaraza es el tema del “sacrificio”. Laburar (en algo productivo y trascendental) es para el común de los mortales la parte sacrificada de la vida, que uno ha de hacer para poder llegar a la parte “disfrutable” de la vida (que vendría a ser todo lo que a mí me parece banal y totalmente al pedo). Esto tampoco lo entiendo. Es como el tema de festejar los viernes (¿tan fatídica es tu semana que llegar al viernes es un alivio? ¡vamos, che! ¡no puede ser que lo común sea disfrutar el 29% de tu vida! -sólo los sábados y domingos-).
Obviamente, no hay actividades productivas y trascendentales per se. Todo depende del cristal con que se las mire. Lo que para algunos es un laburo trascendental para otros es un “dead end job”. Inclusive lo que para uno mismo es un laburo trascendental a los 20 se puede convertir en un “dead end job” a los 40, o viceversa. Todo es percepción: Como se dice en “Teoría de la Decisión”, el decisor nace y muere a cada instante.
Yo quiero percibir que produzco y trasciendo, ¿vos?
3 comentarios:
Muy reflexivo tus comentarios. Te sientas a pensar que es lo q realmente te hace feliz. Lo mejor es mirar atras y sonreir, y acordarse de los buenos momentos, esos que trascienden.
Coincido con el espíritu del post pero hace tiempo que le vengo dando vuelta a la idea de como lograr formatos que nos den lo mejor de los dos mundos (escribir un post bebiendo un vino de 300 pesos). Nada fácil sumar y no elegir.
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