¿Por qué renuncié a un laburo de $ 23.800 en mano? (y cómo vos podés pasar de empleado a autónomo en cuatro pasos)

No. Los pasos no son “ser positivo”, creer en vos mismo, ni leer el bestseller “El Secreto”. Para bullshit, lee otro blog.

Primero, mis razones.

¿Por qué renuncié? Porque quería y porque podía. Quería hace tiempo. ¿Por qué ahora sí podía? Porque mi portfolio de ingresos ya era lo suficiente diverso, como para que mi laburo principal no sea necesario para mi supervivencia. En verde dólar, los ingresos generados por mi laburo (mi trabajo en relación de dependencia). En rosa, los generados por mi novia. En amarillo patito, lo que ganamos de rentas. En azul, lo que ganamos por arbitrajes (Ejemplo de arbitraje: Comprar un producto en el Once a $ 50 para revenderlo a algún palermitano a $ 200).

Esto no fue de un día para el otro. Fue jodidísimo armar un portfolio de ingresos diverso, para superar el pedorrísimo (y popular en las clases medias) portfolio de dos ingresos del 50/50% o 60/40% (si uno de la pareja gana 50% más que el otro).

Como podés ver en este otro post, en el 2014 laburé intensamente para diversificar la cosa pero seguía estando en un esquema donde mi laburo era más de la mitad de mis ingresos y seguía haciendo muchas cosas con cero ingreso.

Segundo, los gloriosos pasos.

Primer paso: Ganá guita en serio (o relativamente en serio) en tu laburo principal. Ganando 7 u 8 lucas es muy difícil pegar el salto sin pasarla para el orto en el camino. Ganando $ 7.000 en mano mensuales y ahorrando chirolas, nunca vas a llegar a ahorrar (e invertir) lo suficiente como para generar una renta equivalente a un sueldo (Ejemplo: dos alquileres, o el 10% anual de una inversión en bonos comprados en 840 lucas pesos). Ganando 20 lucas, ya es otra cosa. Así que, a lo obvio: Conseguí un laburo de 15 lucas donde el año que viene puedas ganar 20. ¿No es muy difícil ganar 20 lucas siendo un pinche? Probablemente. A mí me llevó más de cinco años de laburo garcha, entrar en una multinacional donde me pagasen bien. Y, en la multi, me llevó tres años escalar tres escalones para llegar a un sueldo copado (de pasante a joven profesional, de joven profesional a junior, y de junior a analista).

Segundo paso: Una vez ganes bien, ahorrá a lo loco e invertilo todo. No te vayas de vacaciones. No te compres un LED nuevo. Da de baja Cablevisión y salí menos. Concentrate en salir de la “carrera de la rata” y no en ganar cada vez más en relación de dependencia. En el 2014 y el 2015, ahorré e invertí cuatro de cada cinco pesos que gané superando mi objetivo de ahorrar como un catarí (ver más sobro eso aquí).

Tercer paso: Conseguite otros ingresos sin renunciar a tu trabajo en relación de dependencia. Mi objetivo fue (y lo logré) ponerme en una situación donde pudiese cagarme en las casi 24 lucas del muy bien laburo en relación de dependencia que tenía. No renunciaba antes, porque no estaba dispuesto a hacer “la valiente”… esa que hoy está muy de moda en la clase media acomodada: la de dejar todo, irse de vacaciones “inspiradoras” varios meses y volver a la vida laboral un año después con la mitad de los ahorros ya prendidos fuego. Quería irme de la gran multinacional capitalizando mis años adentro (más allá de lo que me llevé en crecimiento personal, contactos y conocimientos). Para eso, me di cuenta que tenía que diversificar mis ingresos, lo cual se traduce en: Laburar más (y en muchas cosas a la vez).

Haciéndolo, me di cuenta que este tercer paso es insostenible en el tiempo. Si laburás 40 horas semanales en relación de dependencia, quizás logres hacer algunos arbitrajes por mes comprando y vendiendo chucherías (gastando 2 horas semanales más), o consigas clientes por afuera de tu empleador (si sos contador, abogado, contratista o diseñador gráfico, ¡esto te va a ser muy fácil!), o inviertas muy bien tu guita como para que la renta se sume a tu ingreso, o etc, etc, etc… ¿Por qué es insostenible? Porque, si sos contador, no vas a poder sumar más de tres o cuatro clientes extras. No te va a dar el tiempo para más y, si llevás al límite la cantidad de laburo que hacés por mes, te vas a dar cuenta que, en tu cabeza, hay algo así como una barrita de energía (a lo gamer) que se va gastando mes a mes. Así que… dado no vas a poder hacer esto de tener 5 laburos a la vez por 2 años, hacé bien los pasos uno y dos, para arrancar con el paso tres con la salida de la relación de dependencia a la vista (¡cercana en el tiempo!).

Cuarto paso: Tené suerte. Para conseguir un buen laburo. Para ahorrar. Para sacarle buen rendimiento a tus inversiones. Habiendo planificado por años mi salida de la relación de dependencia (el famoso “9 to 5” yankie o nuestro “9 a 18”), eso sólo no me alcanzó. Logré ahorrarme más de un año de espera gracias a la crisis del petróleo. Viendo que mi empresa reducía personal a cagarse tras el precio del petróleo perdiese 50% de su valor en unos meses, hice la de robin hood y me ofrecí a “sacrificarme” por el pueblo. Pedí que, en vez de echar a alguien que no quería ser echado, negocien conmigo mi salida. Tuve suerte. Todos felices. ¡Pude hasta negociar mi salida: un lujo asiático!

El proceso es largo y nadie te va a regalar nada. ¡Éxitos!

PD: Ojalá, pronto, te pueda contar cómo pegar el salto de autónomo a empresario en cuatro pasos.